1. EL SISTEMA ELÉCTRICO ESPAÑOL
Nuestro "sistema eléctrico" guarda cierto paralelismo metafórico con una vaca que se ha quedado casi sin leche; pero además, se debe el pienso de bastantes años, para rematar se debe, también, el alquiler del establo y la luz -valga la redundancia-.
No eran pocos los que intentaron y vendieron "la burra ciega" - en forma de brotes verdes, etc.- como la panacea total...
Decían que serían los extranjeros los que nos pagarían las pensiones. Desde el principio de la invasión -más de 8 millones- descontrolada, consentida y estimulada - desde hace unos 15 años- se ha pasado de un superhabil enorme en la Seguridad Social a quiebra técnica.
Que se sepa no hubo ningún boom tecnológico en España; al contrario la industria ya estaba bajo mínimos y sigue más que estando ...Las ventajas que han tenido y siguen teniendo son escandalosas y en detrimento del resto de la sociadad global; y esto por no hablar de la quiebra de las reglas de juego...Todo esto es como mínimo delirante.
Consecuentemente, esto nos lleva a una quiebra irreversible de nuestra actual sociedad y de modelo occidental, al menos durante siglos en el supuesto más optimista.
Y es que esto no es hablar por hablar, pues los actuales y potenciales abonados debemos de la luz unos 29.000 M€ -que se sepa-. Por consiguente, ello significa tanto dinero como los "fondos própios" de todas las grandes corporaciones eléctricas en España; que por cierto tienen muy poco apalancamiento y se ha tenido, además, que avalar -decenas de miles de millones de euros- con dinero púbico (fondos de titulación del déficit del sistema eléctrico) para que no quiebren. Desde el punto de vista ortodoxo, se dice que para que no quiebre el sistema eléctrico. Los de ENRON se bubieran sentido cómodos aquí.
Sólo en intereses se pagan unos 2.000 M€, debido al déficit eléctrico.
Ver como punto de partida el Real Decreto-ley 6/2009, de 30 de abril. el cual tiene su transposición fuente más importante en la Directiva 2003/54/CE y en la
2001/77/CE.
Ahora bien, ¿el Parlamento y la Comisión Europea no tienen nada que decir de cómo se ha legislado todo esto en España, hasta llegar a un callejón sin salida?.
¡Sin salida!, depende para quién. ¡Sálvese quién pueda!. A lo mejor ellos son los primeros promotores de tal invento.
Si en el término de unos dos años la tarifa eléctrica media no sube hasta los 25 c€/kWh, entonces se tendrán que ejecutar los avales públicos asociados. Por otro lado y para muchas empresas de los sectores económicos productivos los costes energéticos derivados serán inasumibles; por tanto, las consecuencias serán evidentes en el peor de los sentidos.
En esta situación en la que nos encontramos, la fiscalía debería de actuar de oficio y exigir renponsabilidades a todos los que nos han metido en este monumental drama.
He dicho la fiscalia, ¡en qué estaba pensando!.
A. Sedeño. Barcelona, febrer de 2012